Definición de Atención
¿Qué es la atención?
La palabra en latín de la que proviene atención es Intentio, que se define como: esfuerzo, atención, intento/ataque, acusación.
La atención es una capacidad presente en todo ser humano, que lo hace consciente de su entorno, de los sucesos que se llevan a cabo no solo dentro suyo, si no, fuera de él. Esta capacidad es también conocida como concentración.
Comúnmente se entiende como la capacidad para enfocar la actividad psíquica, el pensamiento, sobre una actividad u objeto determinado. Como aspecto de la percepción, se refiere a la capacidad de un sujeto para colocarse de manera tal que le permita percibir mejor un determinado estímulo.
Tipos de atención
Es posible clasificarla en tres tipos:
A) Atención involuntaria: No existe una voluntad del sujeto, o predisposición para recibir el estímulo externo. Se recibe la información del medio de forma casi residual. Por ejemplo, la explosión de un caño de escape, una conversación en un alto tono de voz en un medio de transporte, acaparan la atención sin quererlo.
B) Atención voluntaria: Se diferencia de la anterior por la presencia del factor “voluntario”, de la motivación que nace del fuero interno de cada persona y no de factores externos que responden a los estímulos. Se puede considerar entonces que es posible observar la creación de un patrón de comportamiento, siempre basado en los gustos o disgustos de las personas.
Si una persona desea cambiar de automóvil y no está decidida por algún modelo, es posible verla dirigir su atención hacia los automóviles en la vía pública o las concesionarias de autos.
La fatiga es un factor que diluye la atención con mayor facilidad. Ante un episodio de cansancio, es posible que se abandone por completo la concentración en lo que se estaba haciendo. Esto es así, porque la atención es volátil y puede verse afectada por componentes o necesidades biológicas.
C) Atención habitual: Se refiere a un tipo inconsciente, pero que fácilmente puede ser detectada por nuestra parte consciente. Se deriva de los hábitos, usos y costumbres de cada sujeto, lo que lo llevará a reparar con mayor asiduidad en determinadas cosas o situaciones, por ejemplo, un abogado de familia estará particularmente atento a las discusiones de pareja, inconscientemente está preparado para detectar su herramienta de trabajo aunque no lo haga de forma consciente.
Cuanto más amplia sea la gama de intereses de una persona, más amplia será la experiencia y los frutos que obtendrá de ese tipo de situaciones.
Clases de determinantes
- Internos: Nacen del individuo, entre ellos, la motivación, los intereses, deseos, hábitos, preocupaciones, etc.
- Externos: Derivan de estímulos ambientales y tienen las siguientes características: novedad, intensidad y repetición del estímulo.
Como método publicitario, se intenta llamar la atención, o atraer, al consumidor combinando un producto novedoso, con colores o frases intensas y repitiendo la pauta publicitaria en los horarios en los que se supone que el público objetivo estará frente al televisor.
La atención es selectiva, esto significa que el individuo se centrará solo en aquello que le interesa. Por ejemplo, al leer un periódico se miran antes los titulares, decidiendo por éstos si leer o no el artículo completo.
Las alteraciones de la atención son:
- La distracción: Consiste en la abstracción del sujeto de la actividad o del objeto, y puede darse por uno o varios factores, internos o externos.
- Labilidad de la atención: Se refiere a la constante fluctuación de la atención sin quedar fija en ningún objeto o situación.
- Fatigabilidad: Se manifiesta por un rápido aumento del cansancio provocando una caída inversamente proporcional de atención.
Estas alteraciones están motivadas tanto por trastornos orgánicos como psicológicos.
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